Parece que la tan comentada recuperación económica empieza a dejarnos algunas consecuencias. Quizá sea cierto que empiezan a abrirse negocios y que la gente poco a poco vuelve a encontrar empleo, o quizá sea que el repunte de la inflación que ya comentábamos hace un tiempo hace que los posibles compradores empiecen a pensar en comprar, antes de que los precios reflejen estas subidas generalizadas de precios. En cualquier caso, sea una u otra la causa, los efectos ya están aquí.
No pensamos que haya que tener excesiva prisa, pues la subida de la inflación sobretodo parece debida a petróleo y electricidad, pero sí es verdad que las noticias apuntan en una misma dirección: inflación en España, subidas de tipos de interés en Estados Unidos, quejas en Europa sobre la política monetaria… la consecuencia esperable sería la normalización del mercado inmobiliario y ya parece que hay gente actuando en esa dirección.
En nuestra opinión ya hay algo de interés comprador de viviendas en ciertas zonas de Alcoy, así como interés en otro tipo de bienes inmobiliarios como los locales comerciales. En ambos casos parece que se juntan aquellos que piensan que hay reactivación económica y que conseguirá una renta si compran y alquilan una vivienda o un local comercial, con aquellos cuyo negocio parece que ha superado la crisis y se plantean comprar un local en lugar de seguir pagando un alquiler mes a mes o que observan como una hipoteca les puede salir más barata que un alquiler. Tampoco es casualidad por tanto que se empiecen a plantear (tímidamente eso sí) algunos proyectos de obra nueva, pensando que puede haber hueco para nueva oferta inmobiliaria, a pesar del importante stock que tienen ciudades como Alcoy.
El resumen, echando mano del refranero para hablar de la larga crisis que hemos vivido podría ser «no hay mal que cien años dure» o com podríem dir en valencià «sempre que ha plogut, ha parat».
(fotografía por Rudy van der Veen)