El pasado 17 de junio entró en vigor la nueva Ley Hipotecaria en España, denominada oficialmente Ley de Crédito Inmobiliario. Si hace poco os hablamos de las claves y novedades de la nueva ley hipotecaria, hoy os vamos a hablar de qué ha cambiado con la nueva Ley Hipotecaria.
La nueva Ley Hipotecaria ha supuesto algunos cambios importantes, tanto para los bancos como los clientes, buscando más transparencia, un reparto más igualitario entre el cliente y el banco y una mayor protección para el consumidor.
Los cambios más importantes de la nueva Ley Hipotecaria
Hasta ahora, los bancos vinculaban muchos productos con el préstamos hipotecario y obligaban a los clientes a adquirirlos con la firma del préstamo. Con la nueva Ley Hipotecaria, esta práctica queda eliminada, aunque los bancos podrán ofrecer bonificaciones para contratación de estos productos extra, pero nunca obligar a los usuarios a contratarlos.
Si hasta ahora era el cliente el que soportaba la mayor parte de los gastos hipotecarios, con la nueva Ley Hipotecaria el cliente sólo tiene la obligación de acarrear con los gastos de tasación.
Otra de las novedades más importantes de la nueva ley es que las cláusulas suelo quedan eliminadas de los contratos hipotecarios.
La ejecución hipotecaria amplía sus plazos de ejecución. Si es retraso en el pago sucede durante la primera mitad del préstamo, la ejecución hipotecaria no se producirá hasta el año del comienzo del impago o hasta que suponga el 3% de la deuda, lo que antes suceda. Para retrasos sucedidos en la segunda mitad del préstamo, la ejecución hipotecaria se amplia hasta los 15 meses o hasta el 7% de la deuda.
La subrogación será más sencilla para el cliente y supondrá un menor coste. Si hasta ahora, cambiar la hipoteca de banco suponía varios dolores de cabeza y un coste para el bolsillo del cliente, con la nueva ley la subrogación de la hipoteca, el coste será 0 para hipotecas con más de 3 años y del 0,15% para las firmadas con menos de 3 años.
Las condiciones de amortización anticipada también han mejorado para los clientes. Para hipotecas de tipo fijo las comisiones por amortización anticipada serán de un 2% durante los 10 primeros años y de 1,5% después, mientras que las comisiones para préstamos a tipo variable serán del 0,25% o del 0,15%.
También bajan los intereses de demora que se limitan al 3% mientras que hasta ahora eran de tres puntos más el tipo de interés inicial.
Los clientes podrán cambiar las condiciones de la hipoteca sin que la entidad te cobre ninguna comisión por la novación del préstamo.
Además, ahora el cliente puede elegir libremente a los tasadores, que podrán ser personas físicas o jurídicas.
El notario tiene la obligación de informar al usuario de las condiciones que va a contratar, así como informarle de todas las dudas que tenga, antes de la firma de la Ley Hipotecaria. Así pues, el cliente recibirá una información más completa y objetiva de lo que va a firmar.
La comisión de apertura se mantiene, pero las condiciones varían. Esta comisión se devenga una única vez y engloba todos los gastos de estudio, tramitación y concesión del préstamo y gastos similares.
¿La nueva Ley Hipotecaria beneficia al cliente?
En principio la nueva Ley Hipotecaria debería dar más información a la hora de contratar una hipoteca, debería proteger más y mejor al consumidor respecto al banco y debería dar más libertad al usuario. ¿Va a suceder esto en la realidad?
En algunos puntos como en las tasas de comisiones de apertura, subrogación, intereses de demora y otros gastos hipotecarios, estos puntos van a ser más garantistas para el cliente, pero pueden suponer a medio plazo un aumento de los intereses.
En el resto de puntos, tendremos que ver cómo evolucionan la relación entre bancos y clientes en la contratación de préstamos hipotecarios. En Inmobiliaria JBC estaremos atentos para contártelo todo.