Dicen que una gota no hace un océano, pero sin duda el incesante goteo de noticias positivas respecto al sector inmobiliario hacen pensar en que la situación de la construcción y la compraventa de vivienda, en general, vuelve a estabilizarse.

Después de los años del boom y el consiguiente y lógico crack, hemos pasado unos años de depresión del sector, con una importante bajada en el número de operaciones de compraventa, bajada en la cantidad de hipotecas concedidas, destrucción de empresas y elevadas tasas de desempleo en el sector. Todo esto ha causado bajadas de precio importantes en los inmuebles y ha dado la oportunidad de comprar viviendas, oficinas, garajes, etc. a precios muy competitivos a aquellos que ahorraron en época de vacas gordas y que superaron el miedo a un nuevo derrumbe del sector inmobiliario.

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Ahora en cambio, parece que se empieza a ver la luz. La semana pasada el Ministerio de Fomento publicaba nuevos datos sobre concesiones de licencias de obra nueva de vivienda durante el primer semestre del año, con incrementos en la media del Estado de más del 15% interanual, así como de un aumento del 2% interanual en el precio de la vivienda durante el periodo de abril a junio. Además, leíamos también que agosto había dejado un incremento de operaciones de compraventa del 13% interanual en el País Vasco. Como guinda, la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) se pone como reto que la construcción de vivienda suba un 15% este año.

Como siempre decimos, hay que esperar que el sentido común se imponga en un sector en el que sin duda ha habido excesos, pero que ha pasado también una larga temporada de ofertas de derribo, que quizá estaban fuera de toda lógica de mercado. Las cifras parece que apoyan esta teoría y, si el camino que toman las estadísticas de los últimos meses no se tuerce, se supone que viviremos la tan ansiada, por necesaria, estabilización del sector inmobiliario.

Por nuestra parte también pensamos que el creciente interés por el sector inmobiliario en Alcoy, con la puesta en marcha de nuevos proyectos de construcción y reforma, demuestra que está habiendo un cambio de tendencia sin duda influido por cambios macroeconómicos, pero también por la asunción por parte de la ciudadanía de que debe haber una estabilización del sector inmobiliario y de que no hay mal que cien años dure.