Durante los últimos días hay dos asuntos que rellenan titulares. El primero es sin duda Donald Trump, tras su victoria en los comicios estadounidenses. El otro, que nos toca más de cerca, es la vuelta a la inflación en España y Europa.
La Real Academia de la Lengua define inflación como
Elevación leve pero persistente en el nivel general de precios.
Hoy en día hay cierto consenso político (sobretodo entre los dirigentes de la Unión Europea) en afirmar que cierto nivel de inflación es positivo para la sociedad al asegurar el crecimiento económico. Defienden estos grupos que, por el simple hecho de haber un suave pero constante aumento de precios, se fuerza a la gente a consumir (en lugar de ahorrar), impulsando así la economía. Esta idea parece tener sentido, aunque hay que remarcar que otro tipo de pensadores económicos defienden justamente la idea contraria, que también parece tener sentido. Estos otros grupos explican que, en una sociedad avanzada como la nuestra, la tecnología asegura que los bienes y servicios se fabriquen/presten cada vez con mayor facilidad y menores costes y que, por tanto, el estado natural de las cosas, que no deberíamos tratar de modificar artificialmente, es la deflación (bajada continuada de precios). Como pasa muchas veces, todo el mundo parece que tiene su parte de razón.
Sea artificial o natural, lo que es cierto es que últimamente las noticias y los economistas ya no hablan de bajadas de precios y crisis, sino de que vuelve la inflación. Yendo al terreno inmobiliario, que es el que nos atañe, la inflación hará que los compradores se decidan antes, por el simple temor de que los inmuebles puedan subir de precio posteriormente.
Esta recién llegada inflación podría ser la antesala de la recuperación definitiva de la economía y, con ella, del sector inmobiliario en Alcoy, como ya os adelantamos hace algo más de un mes en el blog de Inmobiliaria JBC Alcoy.