Una mudanza es mucho más que un cambio de vivienda, de barrio o de ciudad, en muchas ocasiones supone un gran cambio de vida. Antes de una mudanza hay un proceso de búsqueda de viviendas, de visitas a la inmobiliaria y a las viviendas disponibles, de negociación del precio de compraventa o alquiler y de gestión con los bancos, que van acumulando estrés en el comprador.

Además, una mudanza va unida a otras decisiones que suponen salir de tu zona de confort y de un entorno que controlas y en que normalmente te sientes cómodo, por lo que el estrés se sigue acumulando.

Y, por si fuera poco, toca adecuar y elegir cosas de la nueva vivienda y organizar todo en cajas para que la mudanza sea lo menos caótica posible y encuentres todo a la llegada a tu nuevo hogar sin tener que desmantelar todas las cajas antes de hora. ¡Más estrés!

Todo este estrés acumulado se concentra en lo que se denomina el síndrome de la mudanza. Este síndrome se verá también afectado por las causas de la mudanza (vida en familia, cambio laboral, separación familiar…).

¿Qué es el síndrome de la mudanza?

El síndrome de la mudanza es la ansiedad y estrés acumulado que se generar la lidiar con un traslado de vivienda.

Una mudanza conlleva un cúmulo de emociones positivas y negativas que ayudan a la aparición de este síndrome. Encontrar fotos y objetos emotivos durante la preparación de cajas, dudar sobre si el paso que estás dando es el correcto o la puesta a punto del nuevo hogar y la formalización de documentos oficiales son algunos de los factores que fomentan el estrés y la ansiedad durante una mudanza.

¿Cómo evitar el síndrome de la mudanza?

Es complicado afrontar una mudanza completamente sereno y sin alterarse mínimamente por la montaña rusa de emociones que estás pasando y vas a tener que soportar las próximas semanas. Para que sea lo más liviana posible, te dejamos una serie de consejos para evitar el síndrome de la mudanza:

  • Planifica la mudanza con tiempo, y hazla con una empresa seria y fiable. Puedes utilizar el permiso retribuido por cambio de vivienda, para tener más tiempo a la hora de asentarte en tu nuevo hogar.
  • Prepara y marca bien las cajas para que, al llegar a la nueva vivienda, no tengas que mover, abrir y manipular todas las cajas sino únicamente las necesarias.
  • No asocies la mudanza con caos, sino con un cambio de ciclo de vida y una oportunidad para conocer nuevos sitios, nueva gente y un entorno diferente.
  • Aprovecha los primeros días para hacerte a tu nuevo hogar, pero también para conocer el barrio y su entorno y encontrar un supermercado al que ir, un bar donde hagan esas tapas que te chiflan o un gimnasio en el que liberar todo ese estrés acumulado.
  • Si tienes estima por la ciudad o barrio que dejas, no te olvides de él. Aprovecha tus vacaciones y tiempo libre para recordar los buenos momentos vividos allí, visitar comercios donde se han forjado amistades o visitar a tus antiguos vecinos.

Esperamos que estos consejos te ayuden a llevar con más tranquilidad esa mudanza que tienes entre manos.